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Excursion Trinidad: tradicion y cultura, Trinidad

Saliendo: Cienfuegos
Destino: Trinidad
Horas: 7
Hora de recogida:08:00:00
Mínimo de personas:0
Permiten Niños:
Días: 1
Tipo de Excursión: Visita a otras Ciudades

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Total: $0.00

Descripción: Excursion Trinidad: tradicion y cultura

Trinidad, tercera villa fundada por los conquistadores españoles en el siglo XVI, ha sabido guardar, como detenidas en el tiempo, las edificaciones civiles, religiosas, militares y sus antiguas calles empedradas. Cuenta con un Centro Histórico que por su relevancia fue declarado por la UNESCO junto al Valle de los Ingenios, Patrimonio Cultural de la Humanidad. En esta legendaria  villa, usted podrá conocer: el Museo Romántico, la Iglesia Santísima Trinidad, las casas del Alfarero y de la Trova, el Bar Canchánchara con cóctel incluido. Dispondrá de tiempo libre para compras y fotos y visitará el Mirador Valle de los Ingenios. Incluye: Transfer in / out, servicio de guía y otros según programa.

Mapa de Trinidad: tradicion y cultura

Otras Excursiones saliendo de Cienfuegos

  • Trinidad: tradicion y cultura se encuentra ubicada en Trinidad
  • Ubicada en la central provincia de Sancti Spiritus, la antaño conocida como Villa de la Santísima Trinidad tuvo su origen hacia el 1514, para colocarse entre las siete primeras villas fundadas por los españoles en el archipiélago cubano. También llamada la Ciudad Museo de Cuba, tiene el privilegio de ser una de las localidades coloniales del país y califica además entre los conjuntos arquitectónicos más completos y conservados del continente americano. 

    Declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1988 y ruta obligada hacia la conquista de nuevos territorios, se asentó junto a las márgenes del río Guaurabo, donde los españoles encontraron una población aborígen utilizada como mano de obra, tierras fértiles y excelentes puertos para la preparación de expediciones. Verdadero tesoro de las más diversas riquezas, la villa extendió sus límites en el siglo XVI, apoyada en la incipiente industria azucarera, para crecer como un núcleo urbano entre rejas de singulares formas, llamativas edificaciones y calles empedradas. 

    Cuenta la historia que el sitio escogido por el Adelantado Diego Velázquez para la fundación esta donde se localiza actualmente el Parque Martí, con la primera misa a la sombra de un jigüe y a cargo del padre Fray Bartolomé de las Casas. Casonas coloniales, amplias, cómodas y ventiladas, palacios donde el lujo y el derroche hicieron de las suyas para integrarse al arte colonial cubano, convierten a Trinidad en una indiscutible joya urbanística y arquitectónica de antaño. 

    El signo decorativo característico de las viviendas de la ciudad tiene su base en la ornamentación neoclásica, reflejada en murales, molduras, marcos de madera y en las caprichosas formas que los forjadores del hierro lograron imprimirle, para que se convirtiera en uno de los mayores encantos de la ciudad. En la Plaza Mayor, eje central de la antigua villa, se localiza una estatua de Terpsícore -musa de la danza y la música-, acompañada de la singular belleza de la iglesia de la Santísima Trinidad, fiel guardián de valiosas piezas del tesoro religioso de la isla. Entre ellas se incluyen el Cristo de la Vera Cruz, unido a un altar de mármol dedicado al culto de la Virgen de la Misericordia, único de su género en el país. 

    Las plazas de Santa Ana y de las Tres Cruces, el Campanario de San Francisco y numerosos palacetes aportan un toque de belleza única a la ciudad, la cual dedica cada año enormes esfuerzos a la conservación de las edificaciones centenarias que en ella se localizan. Entre los inmuebles de mayor relevancia esta el Palacio del Conde Brunet, actual sede del Museo Romántico, y cuyo primer propietario estuvo también vinculado con la construcción de un teatro que llevó su nombre y la puesta en marcha de un ferrocarril entre la urbe y el puerto de Casilda.

    En las 14 salas del museo se exponen piezas de artes decorativas, entre ellas porcelanas y cristalería, ricas en pinturas policromadas y líneas doradas, muchas de ellas encargadas directamente a fábricas europeas de la época.Entre los inmuebles de mayor importancia también esta el palacio de Cantero, con tres pisos y un mirador, mientras el de Borrell atribuye su fama vinculada a los cuadros pintados en sus paredes. 

    A una docena de kilómetros de la villa se extienden las suaves arenas de Playa Ancón, dueña de cálidas y tranquilas aguas tributadas por el Mar Caribe, en un ambiente que constituye una invitación a la practica de deportes náuticos, con unos 30 puntos para el inmersionismo.  Entre los hoteles del territorio destaca el Costasur, uno de los símbolos del turismo de sol y playa de ese destino, con unas 140 habitaciones, algunas de ellas localizadas en bungalows con un estilo constructivo colonial. ,

    Para las novedades esta el Trinidad del Mar, con más de 200 capacidades distribuidas en una extensión de cinco hectáreas y una arquitectura donde predominan los arcos, cubiertas planas, tejas criollas, plazas y calles de adoquines. A poca distancia del centro histórico se ubica en Hotel Las Cuevas, cuyo nombre responde al conjunto de grutas ubicadas en la elevación donde fue construido hace más de cuatro décadas y que se integran a la instalación. 

    La infraestructura para el ocio se completa con establecimientos como el Hotel Ancón, localizado en la península de igual nombre, o la villa de recreo María Dolores, la cual se apoya en las tradiciones campesinas de la región y ofrece la opción de alojamiento en cabañas climatizadas. 

Opiniones
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Trinidad: tradicion y cultura - Visita a otras Ciudades
Excelente cristina

antiguo lugar de cuba para visitar
La antigua villa cumplió 488 años La tercera villa fundada en Cuba por los españoles, en 1514, constituyó ruta obligada entre Santiago de Cuba y La Habana (el oriente y el occidente) en los primeros años de su fundación. Luego fue uno de los centros de desarrollo azucarero más grandes del país, y hoy constituye un Patrimonio de la Humanidad. La añeja villa parece detenida en el tiempo. Y la Plaza Mayor, demarcada desde el mismo momento de la fundación, deslumbra por su esplendidez a prueba de tantos años. Sus dibujos enrejados, las palmas reales y las vetustas viviendas, muchas de ellas convertidas en Museos, parecen proteger uno de los más valiosos de la Villa de Trinidad, la tercera fundada por los españoles durante la conquista del Nuevo Mundo. Las más remotas pruebas y evidencias de este momento, fijan la etapa de su instauración en los primeros días de 1514. Marinera, centro del comercio de contrabando, emporio de la industria azucarera en los siglos sucesivos y Patrimonio de la Humanidad, por declaración de la UNESCO, constituye hoy, la villa mejor conservada de toda América, por lo que es considerada una joya de la cultura Iberoamericana. Guarda tradiciones, leyendas, caminos, edificaciones... y de ella se desprende un amor a primera vista, que pocos pueden explicar científicamente. Trinidad tiene su magia. Luego de que el Diego Velázquez fundó las villas de Asunción de Baracoa, la primada y San Salvador de Bayamo, en el oriente de Cuba, encaminó sus pasos sobre el territorio insular, buscando precisamente el sitio exacto donde pasara la Fiesta de Navidad de 1513. Fue allí, junto a las márgenes del río Guaurabo, espléndido paisaje de la geografía, donde asentaría la nueva población. En el lugar encontraron una población aborigen para su utilización como mano de obra, tres puertos bien abrigados y propios para el avituallamiento y salida de las expediciones y tierras fértiles que luego harían parir las riquezas. En lo sucesivo, Trinidad sería obligada ruta de la conquista de nuevos territorios. Desarrollo Azucarero Ya a finales del siglo XVII la producción agrícola cobró razón y esencia en la población. El azúcar y el tabaco serían los principales rublos a explotar y se crea alrededor de la Plaza Mayor un núcleo comercializador. Todo ello da lugar a un fuerte movimiento de urbanización de la villa, que parte del propio centro ya mencionado, surgiendo las primeras calles, que definen los rasgos de la ciudad, sinuosa y empinada, donde se mantuvo con religiosidad, la topografía del lugar, por ello, las empinadas formas de su entorno. Son de esta época las plaza Santa Ana y la de las Tres Cruces, la Cárcel Real, el Campanario de San Francisco y los grandes palacetes inspirados en la más pura herencia hispana, que desde hace varios años son restaurados y conservados por profesionales, que inspirados en la propia historia de Trinidad, han hecho un hábito ese de conservar los viejos encantos de la villa. “El desarrollo que la industria azucarera alcanzó en Trinidad fue increíble... Esa riqueza azucarera se unía a la de otros productos: café, tabaco, frutos menores, y daban aliento singular a nuestra población para mayores empresas...” Francisco Marín . Historia de Trinidad. 1939 Encantos por doquier El peso decorativo de las viviendas trinitarias se fundamenta en la ornamentación neoclásica, vista en murales, molduras, jambajes de madera y en las bellísimas formas que los forzadores del hierro lograron imprimirle, para que se convirtiera en uno de los mayores encantos de la ciudad. Y el trinitario es característico por su manera de hablar, de andar, de sonreír, de ver la vida. Llevan una infinita quietud en la mirada y una confianza en su cultura, en su estirpe y su identidad, que se levanta sobre las barreras del tiempo. Con una férrea voluntad que les permite conservar su ciudad como nueva y regalar al visitante una exquisita huella a su paso por la villa. Pero Trinidad ha crecido, ya las primeras demarcaciones fueron superadas hace muchos años y los nuevos repartos se riegan ya lejanos a la parte fundacional, pero alineados en sus calles. Viejos caseros, están convertidos en templos del saber: los Museos de Arquitectura, Romántico, Histórico, de Antropología, de la Lucha Contra Bandidos, atesoran la historia, muchas veces no sólo de Trinidad, sino de Cuba y parte del mundo. Y otros se han destinado a instalaciones turísticas, que acogen a los visitantes como en el seno de una gran familia. Así usted encontrará artesanía, cultura, música, danza, hotelería, playas, navegación, ecología y una exuberante naturaleza, que invita, luego de uno estar allí, a las más apasionantes aventuras humanas. Eso es Trinidad. Un Patrimonio de la Humanidad

Excelente Ivan

Impresionante
Impresionante Belleza de Ciudad, Cuidenla

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