Cuba Tech Travel le da la bienvenida a la web de Cuba con mayores productos.
CUBATECHTRAVEL
ES
USD
EUR

Plaza Vieja, La Habana. Cuba

  • Calle Inquisidor e/ Muralla y Teniente Rey , Old Havana
  • Daily
  • Destino: La Habana

La Plaza Vieja, es uno de los espacios publicos mas deslumbrantes de La Habana Vieja. Fechada en el siglo XVI esta rodeada por varios lugares de interes. Hasta 1835 fue un mercado al aire libre y, durante el regimen de Batista un aparcamiento subterraneo, desde mediados de la decada de 1990 se ha hecho un esfuerzo restaurando numerosos edificios para devolver a la plaza su grandeza.

Mapa de Plaza Vieja

Video de Plaza Vieja, La Habana. Cuba

Plaza Vieja se encuentra ubicada en La Habana

La capital cubana es, sin dudas, el destino turístico por excelencia de la mayor de las Antillas. Y dentro de ésta su centro histórico "declarado por la UNESCO Patrimonio de la Humanidad en 1982" resulta un punto de obligada referencia para cuanto visitante llega a esta urbe, durante siglos considerada la llave del Golfo de México.

Al lejano noviembre de 1519 se remonta la fundación, en su emplazamiento definitivo junto al canal de entrada de una bien protegida bahía, de la villa de San Cristóbal de La Habana, convertida con el tiempo en punto de encuentro de las flotas españolas que trasladaban a la metrópolis las riquezas extraídas de sus dominios en el llamado Nuevo Mundo, y eje fundamental en el comercio y las comunicaciones entre éste y el Viejo Continente.

Semejantes ventajas, derivadas esencialmente de su estratégica posición geográfica, incidieron también de manera directa sobre el ulterior desarrollo de la próspera villa, que comenzó a crecer al amparo de un sistema defensivo sin par en la América hispana y rodeada por una muralla cuya construcción (iniciada en la segunda mitad del siglo XVII y concluida más de 100 años después) se consideró desde su inicio ineficaz y costosa.

El Templete, un pequeño edificio neoclásico inaugurado en 1828, es el sitio donde cada 16 de noviembre los habaneros festejan la celebración de la primera misa y el primer cabildo de San Cristóbal de La Habana, y el punto a partir del cual se inician –por lo general– los recorridos turísticos por el núcleo original de la capital cubana.

A escasos pasos de allí se encuentran la Plaza de Armas, en torno a la cual se levantan el imponente Castillo de la Real Fuerza (1577) –donde hoy se exhibe la colección de cerámica artística más importante de la Isla y sobre cuya torre se erige La Giraldilla, una artística veleta símbolo de la ciudad– y los Palacios de los Capitanes Generales (Museo de la Ciudad) y del Segundo Cabo.

Otras tres plazas y sus edificaciones colindantes despiertan invariablemente el interés de sus visitantes: la Plaza de la Catedral, rodeada por opulentas mansiones; la recién restaurada Plaza Vieja, donde sobresale la casa de los Condes de San Juan de Jaruco; y la Plaza de San Franciso de Asís, aledaña a la iglesia y el convento de igual nombre, en uno de cuyos claustros se encuentra el Museo de Arte Sacro.

Mas caminar por las calles de la Habana Vieja, muchas de éstas aún adoquinadas, representa también la posibilidad de acercarse a más de una docena de museos y estudios-galerías de afamados artistas plásticos cubanos y latinoamericanos; visitar las casas de Benito Juárez, de Asia, Africa, Puerto Rico, de los Árabes (allí se encuentra la única sala para las plegarias musulmanas existente en Cuba) y de Simón Bolívar.

Resulta asimismo interesante visitar la maqueta de esta municipalidad; transitar por la Alameda de Paula, un hermoso paseo construido en la segunda mitad del siglo XVIII; o cruzar la bahía para llegar hasta los ultramarinos poblados de Casablanca, donde se erige el Cristo de La Habana, y Regla, donde se encuentra el Santuario de Nuestra Señora de la Virgen de Regla, protectora de marinos y pescadores y patrona de la Bahía de La Habana.

El parque histórico-militar Morro-Cabaña lo conforman dos reductos de la magnitud del Castillo de los Tres Reyes del Morro (1630) y la fortaleza de San Carlos de la Cabaña (1774), catalogada en su momento como la obra cumbre del sistema defensivo abaluartado. Precisamente desde esta última fortificación se dispara cada noche, a las nueve en punto, un cañonazo de salva que en llamativa ceremonia rememora los tiempos cuando sendos fogonazos (en horas de la madrugada y al anochecer) constituían la señal convenida para abrir o cerrar las murallas de la ciudad y para colocar o retirar la enorme cadena flotante de madera y bronce que daba acceso al puerto de la villa.

Descubrir la llamada Habana extramuros, sin embargo, resulta tan apasionante como desandar las estrechas calles de la vieja ciudad. La Habana fue creciendo bajo el influjo de las más disímiles corrientes constructivas del orbe y en sus terrenos encontraron espacio el renacentismo, el mudéjar, el barroco y el barroco cubano, el neoclasicismo, el eclecticismo, el art nouveau, el art decó y el pragmatismo.

Así, al otro lado de la inútil muralla aparecieron sitios emblemáticos como el Paseo del Prado, el Gran Teatro de La Habana y el Capitolio, uno de los más espléndidos edificios de la capital y en cuyo interior se encuentra la Estatua de la República, la tercera más alta del mundo bajo techo y a cuyos pies se encontraba el diamante que marcaba el kilómetro cero de la Carretera Central.

Nacieron también el afamado malecón habanero, de unos 12 kilómetros de longitud y considerada la imagen más característica de la ciudad, que enlaza al centro tradicional con la populosa barriada de El Vedado, desde cuyo corazón, La Rampa –zona de magnífica urbanización y arquitectura– puede accederse fácilmente a otros sitios de interés turístico como la bicentenaria Universidad de La Habana, la Plaza de la Revolución y el Memorial José Martí (el más alto mirador de la ciudad, con 138,5 metros de altura sobre el nivel del mar), o la Necrópolis de Colón considerado entre los más importantes del planeta por sus múltiples valores artísticos.

Hacia ambos lados del centro de la urbe existen asimismo puntos de notable interés. En dirección oeste, la Quinta Avenida conduce a la barriada residencial de Miramar, que actúa como órbita del mundo empresarial y de negocios y donde es posible visitar una impresionante Maqueta de la Ciudad. El Palacio de Convenciones, el recinto ferial Pabexpo y el exclusivo Club Habana anteceden a la comunidad turística Marina Hemingway, un lugar apropiado para bucear, practicar la pesca de altura, participar en un seafari a las barreras coralinas, o navegar en un confortable yate acondicionado para la vida a bordo.

Hacia el este de la ciudad y después de atravesar el Túnel de la Bahía, se llega al poblado de pescadores de Cojímar –de peculiar belleza y colorido– que invita a rememorar la prolongada estancia en Cuba del Premio Nobel de Literatura Ernest Hemingway, quien encontró precisamente allí muchos de los escenarios y personajes de sus obras.

Más de 15 kilómetros de franja costera, arenas finas y aguas azules y transparentes se extienden entre Bacuranao y Guanabo conformando un circuito náutico que los habaneros identifican sencillamente como las playas del este, y en el cual suelen destacar por sus atributos naturales a Santa María del Mar.

También rumbo al este de la capital, a sólo 15 kilómetros del centro, un pequeño pueblo fundado en 1733 a partir de la existencia de aguas minero-medicinales invita a conocer sus valores históricos, arquitectónicos, culturales y naturales: Santa María del Rosario.

Como toda gran ciudad, La Habana es el corazón de la intensa vida política, científica y cultural de la nación. Decenas de museos, salas de teatro y de conciertos, galerías de arte e instituciones culturales tienen su asiento en la ciudad y algunas como el Ballet Nacional de Cuba, la Casa de las Américas, la Fundación del Nuevo Cine Latinoamericano, o el Conjunto Folklórico Nacional gozan de enorme prestigio internacional.

Y, por supuesto, es también una urbe donde el buen comer y la diversión tienen un importante espacio en sitios tan conocidos como La Bodeguita del Medio, el Floridita, o el cabaret Tropicana, o en otros menos mencionados, pero que tienen ya un espacio reservado en la preferencia de los millares de turistas que cada año recorren la capital cubana. 

Opiniones
  • 54 % de personas disfruta esto
  • Excelente

  • Muy Bueno

  • Promedio

  • Pobre
  • Terrible
Opinion sobre Plazas: Plaza Vieja
Excelente gilbe

plaza para caminar y disfrutar
Hemos llegado a La Plaza Vieja, fue fomentada conscientemente por las autoridades para lograr un espacio para el comercio interno. Tuvo el fin de pasar las funciones comerciales y públicas de la Plaza de Armas y la Plaza de San Francisco para esta nueva plaza. Los padres Franciscanos se quejaban de los ruidos de la plaza, los vendedores debían estar a 100 m pero no cumplían la orden. Cuando comienza a fungir como plaza se le conoce como Plaza Nueva y posteriormente al construirse la nueva plaza del Cristo del Buen Viaje, se le conoció como Plaza Vieja. Como se convirtió en un área total de comercio se convirtió rápidamente en un área residencial de la elite criolla. En el siglo XIX se construye aquí el mercado de Cristina en honor a la reina Cristina. Después tuvo múltiples usos hasta su restauración reciente. La fuente de mármol es una interpretación de la de antaño para rescatar su encanto inicial.

Excelente aimara

zona monumental
Algunas de nuestras ciudades muestran una arquitectura fenomenal. El casco funcional de Ciudad de La Habana es la llamada Habana Vieja, uno de los conjuntos urbanos más importantes del continente. Allí se pueden ver 88 monumentos de valor histórico arquitectónico, 860 de valor ambiental y 1760 construcciones armónicas. Algunas de las edificaciones corresponden a los siglos XVI y XVII. “Es una zona monumental por excelencia; el 90 por ciento de sus edificios son valiosos”, precisa Eusebio Leal, historiador de la ciudad. Según el arquitecto Mario Coyula, director del Grupo para el Desarrollo Integral de la Capital, hay dos edificios emblemáticos en la ciudad: el Palacio de los Capitanes Generales, en La Habana Vieja, y el restaurante “Las Ruinas”, en el Parque Lenin en las afueras de la capital, además de la Plaza de la Catedral, conjunto arquitectónico más bello y armonioso de Ciudad de La Habana. En la ciudad de Trinidad todo parece haberse detenido en los siglos XVIII y XIX, aunque la vida continúa fluyendo a borbotones. Remedios, esa joya oculta de la Cuba profunda, luce asimismo uno de los conjuntos urbanísticos mejor conservados de la Isla, y supera, dicen algunos, al de Trinidad. La ciudad fue arrasada por las llamas después de 1689. Prosperó de nuevo hasta convertirse en un centro importante de cultura, pero otro incendio la redujo a cenizas a comienzos del siglo XIX. De esa época data la mayor parte de los edificios coloniales que allí se conservan. Su iglesia de San Juan Bautista guarda un verdadero tesoro. El centro histórico de la ciudad de Camagüey parece un laberinto. Las calles rara vez corren en línea recta durante un largo trecho, sino que se bifurcan, giran, forman triángulos casi perfectos en una geometría caprichosa, o se cierran en una plaza inesperada. Su arquitectura es sobria, menos espectacular que la de otras ciudades cubanas. Santiago de Cuba se asentó sobre un terreno de relieve complejo, creció en forma de anillos concéntricos y se adaptó a la topografía para ofrecer, con sus calles irregulares y a veces escalonadas, ese remedo de anfiteatro de edificaciones que se intuye si se le observa desde la bahía. Es una ciudad abigarrada y pintoresca que, según el historiador Omar López, muestra en sus plazas, templos y fortalezas todo un repertorio estético constructivo que va desde la constante influencia morisca hasta el regodeo del barroco y la sobriedad neoclásica, pasando todo por un lenguaje local y popular. Las casas coloniales aportan a Santiago la belleza de sus volúmenes y la delicadeza de sus detalles; sus balcones, corredores y balaustres asombran a los que recorren su área histórica. La UNESCO confirió a La Habana Vieja el título de Patrimonio de la Humanidad, distinción que se extendió a su sistema de fortificaciones coloniales, al igual que Trinidad junto al llamado Valle de los Ingenios, en las afueras de esa urbe. También lo son el Castillo de San Pedro de la Roca, popularmente llamado “El Morro” de Santiago de Cuba, el Valle de Viñales, en la provincia de Pinar del Río, que obsequia una panorámica que corta el aliento, y el Parque Natural “Desembarco del Granma”, que a la belleza de su geografía une una historia riquísima. Más recientemente, las ruinas de los cafetales franceses que se asentaron en las afueras de Santiago de Cuba y Guantánamo merecieron ese reconocimiento. El cafetal, apunta la escritora Marta Rojas, “…forma parte del mestizaje cubano y, en gran medida, del mestizaje cultural y artístico de Cuba”.

error ...

Cuba Tech Travel - Información General sobre Cuba. En esta Sección podras encontrar información sobre Poblados, Pueblos, Caserios, Ciudades, Municipios, Provincias y todos los lugares de Cuba.

Todos los lugares estan señalados con sus coordenas geográficas para su mejores localización en la Isla. Sitos, Lugares y Mas.